En el post de la semana pasada os conté cómo se desarrolló la primera primada «multitudinaria» en Salsereta y hoy toca desvelaros una fiesta sorpresa. Con motivo del 40 cumpleaños de su marido Noelia quería conocernos, aunque aún estábamos en septiembre y el local no estaba abierto. Fue en una mañana un poco ajetreada, estábamos ultimando los preparativos para la inauguración, ese día hacían la medición del aislamiento acústico, aún no estaba la cocina montada, en definitiva, no era nuestro mejor momento.En cualquier caso nosotros estábamos encantados de atenderle y no le importó quedar en esas condiciones.

Llegó a Salsereta acompañada de la madre del homenajeado, juntas estaban buscando un lugar especial para celebrar una fiesta sorpresa en Pamplona, ¡40 años no se cumplen todos los días! Vieron la sala, la decoración, midieron las mesas, el espacio de la cocina… y todo les gustó. Quedaba más de un mes para el cumpleaños pero querían preparar todo con mucho mimo y sobre todo lo querían hacer en secreto.

Decidieron que el local les encajaba por lo que confirmamos la reserva y ya todo quedaba en sus manos. Durante el mes de octubre mantuvimos contacto telefónico, había que hacerlo en horas en las que el cumpleañero no se encontrara en casa, ya que objetivo principal era mantener el secreto. Noelia me fue contando que iba a organizar una fiesta pirata, que estaba haciendo unas velas para las mesas, traería disfraces para hacer un photocall, en definitiva, una fiesta por todo lo alto.

Y llegó el día del cumple. A las 5 de la tarde Noelia y gran parte de los invitados se acercaron con todas las cosas a la sala. Según me contó, habían conseguido mantener el secreto, y eso que había familia que llegaba desde Barcelona sólo para la fiesta en Pamplona. Por todo el empeño e ilusión que nos habían transmitido teniamos altas espectativas y no nos defraudaron. Les dejé preparando la sala y al rato me invitaron a pasar. La verdad que me invadía la curiosidad por ver en qué se habían transformado todas las bolsas que traían. Entré y mi sorpresa fue enorme, las mesas estaban preciosas, no faltaba detalle alguno; globos brillantes, calaveras, candelabros, banderas piratas, velas de barco… No se les había escapado ningún detalle, hasta una gran piñata en forma de barco pirata se había amarrado en el local.

Ya había llegado el momento y les dejé para que disfrutaran de su intimidad y se prepararan para desvelar el gran secreto al homenajeado. Pasaron las horas y Noelia nos llamó para preguntarnos si podían alargar un ratico su reserva porque se lo estaban pasando en grande, tanto los mayores como los pequeños, a lo que accedimos sin problemas. Estábamos contentísimos de que la fiesta, después de tanto esfuerzo en la sombra, fuera todo un éxito. Al terminar me reuní con ellos para que me dieran sus opiniones y conocer al homenajeado. Según dijeron lo habían pasado genial y lo principal era que el cumpleañero se había llevado una sopresa tremenda. ¡Objetivo conseguido!

Ya concluida la fiesta en Salsereta una parte de los invitados se marchó a descansar, pero los más juerguistas tenían ganas de más y aprovecharon que la villavesa nocturna pasa casi por nuestra puerta para seguir con la fiesta en los bares del centro de Pamplona.

Fue genial comprobar que después de tanto esfuerzo todo fue un éxito. Muchas gracias Noelia por elegirnos para un día tan especial.

¡Hasta la próxima!