Aquí estoy de vuelta después de un pequeño período de desconexión blogera. Tal y como os comenté en mi último post, las Navidades las pasamos en familia. Este año ha sido un poco diferente al ser las primeras fiestas de Salsereta. Gracias a la buena acogida que ha tenido nuestra sala por todos vosotros, las fechas especiales han estado ocupadas, por lo que me he visto obligada a hacer «malabarismos» para compaginar cenas y comidas familiares con apertura y cierre de puertas. Desde aquí me gustaría aprovechar para dar las gracias a todos lo que habéis confiado en nosotros para celebrar estas fechas tan especiales.
A lo que íbamos… con la llegada de los Reyes las vacaciones llegaron a su fin. Con los regalos recién abiertos tocaba volver a empezar el colegio. Ya llegaba nuevamente la rutina. En muchas ocasiones nos cuesta adaptarnos a los horarios, a los madrugones, las cenas y baños tempranos, el uniforme… pero tras 16 días de completo desorden hasta se agradece. Durante las vacaciones mis peques no tienen horarios de comidas ni cenas, las sobremesas se alargan y el despertar de la siesta se hace casi cuando es la hora de acostar, las comidas son copiosas, muchos dulces, chocolates y chuches a deshoras, en general todos nos sobrepasamos en estas fechas pero volver a la rutina con los niños a veces es complicado. En mi caso este año no ha sido tan difícil, Carlos ha decidido que con 3 años ya es mayor para echarse la siesta por lo que al llegar las 9 de la noche la mayoría de los días (excepto los festivos) ya estaba acostado y Mateo como aún no va a la guardería no tiene tantas «obligaciones».
La vuelta al cole para los niños no es fácil, en concteto Carlos está nervioso. Tiene muchas cosas para contarles a sus amigos y su lenguaje aún no es tan fluído como él quisiera. Las profesoras nos han dicho que la clase está de lo más revuelta… demasiadas emociones. Los niños ya tenían ganas de juntarse con sus amigos, de contarles lo que les han traído los Reyes Magos y el Olentzero, los disfraces de Nochevieja y los días y noches en casa de los abuelos en compañía de la familia. Con 3 años todo son aventuras.
La rutina llegará, además el segundo trimestre va a ser muy largo. En nuestro colegio no hay Semana Blanca o Carnavales por lo que hasta Semana Santa sólo tienen un día de fiesta. Para los padres, que en los coles no haya estos días de descanso está muy bien pero los niños acaban agotados. Aunque nosotros no tengamos esa problemática de con quién dejar a los niños entendemos que muchas familias sí que se ven en esa texitura por lo que en Salsereta vamos a organizar campamentos urbanos para esa fecha. En próximos post os podré adelantar las actividades que se van a hacer, lo que os aseguro es que si os animáis a apuntar a vuestros peques no os vais a arrepentir porque van a aprender diferentes disciplinas artísticas y se lo van a pasar genial.